El presente número de Afluir acoge una serie de narrativas híbridas, donde la palabra y la imagen muestra la relación que sus autoras han experimentado, construido y sentido a través de sus territorios personales de exploración, territorios que confluyen bajo el prisma de la práctica artística como metodología de libre investigación.
Afluir esta vez se presenta como un sendero por el caminar consciente, donde el concepto del tiempo va mutando en cada texto hilando el número, porque al fin y al cabo una revista no es otra cosa que un producto del tiempo y en ella se guardan las subjetivas huellas de este. Pero Afluir, además de su configuración esencial como revista contemporánea de investigación y creación artística, en parte precisión y en parte discurso, esta vez es sobre todo desprendimiento y como si de un paisaje se tratase, va transformándose desde la posible mirada que lo observa como un espacio en el que se han acumulado los tiempos y como un tiempo donde se han sucedido espacios. Así como ocurre al derivar por un territorio, los artículos que la conforman muestran un desplazamiento atemporal y constante del pensamiento y el cuerpo, donde lo relacional e impredecible se desarrolla desde los encuentros inesperados e ideas que surgen entre lo escrito y su interpretación, entre lo vivido, su reflexión y lo soñado. Así se vuelve a generar un escenario experimental donde expandir nuevas ideas de reflexión y creación, difuminando una vez más las fronteras entre lo entendido como arte, lo entendido como educación y la vida.